-¿Te quedarás conmigo?
-Quedarme contigo... ¿para que? ¿Para estar siempre discutiendo?
-Eso es lo que hacemos, ¡Discutir! Tu me dices cuando soy un maldito arrogante, y yo te digo cuando das mucho la tabarra. Y lo haces el 99% del tiempo. Se que no puedo herir tus sentimientos, porque tienen un promedio de dos segundos de rebote y otra vez vuelves a la carga...
-¿Entonces que?
-Pues que no será fácil. Va a ser muy duro. Tendremos que esforzarnos todos los días, y quiero hacerlo, porque te deseo. ¡Quiero tenerte para siempre! tu y yo, todos los días.
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