Oir llover

Pues eso...como el que oye llover.

3:00am de una noche de miercoles. Despues de un dia en el que me ha pasado de todo,y quien dice de todo, es DE TODO. Me levanto de la cama, con un extraño antojo de comer galletas de chocolate.

Me dirijo a la cocina a tientas en una noche, poco oscura la verdad, me choco con el pasillo y sus paredes que parecen alejarse segun las intento palpar.

Me pongo en la ventana, y mientras respiro con la nariz pegada, dibujo una nube, que en pocos segundos se desvanece del vaho del cristal.

Veo la lluvia caer, veo llover sobre mojado, veo encharcarse la hierba verde como nunca. Esta todo tan en calma. Parece q nada le afecte al mundo. Se deja hacer.

Con este panorama bucólico a estas horas, lo unico que hago es pensar, dejo que pasen y pasen pensamientos por mi cabeza, sin dejar que se queden los que me hacen estar triste, pero me embarga una sensacion de repente.

Me doy cuenta, como en un susto, que sigo teniendo un rinconcito de mi, donde nadie ha conseguido aun entrar, que está virgen! Alli donde me siento sola, donde ya no espero ( ni desespero ) por encontrar a alguien, sino que me conformo con que las personas que me quieren, lo conozcan algun dia. Algo que alguien llamó una vez, ser Goretti. Poder ser Goretti en estado puro.

Pero segun viene...el sentimiento se va...como las nubes, y dejo que por un momento nada me estropee ese momento de mi galleta de chocolate frente a la ventana. Sola, y...feliz, por volver a ser feliz.